Mi amigo perdió a un ser querido. ¿Qué puedo hacer para apoyarlo?
Es crucial recordar que apoyar implica escuchar, mostrar interés y respetar el proceso de duelo.
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El duelo, ese proceso que todos debemos vivir en algún momento al perder a un ser querido, está rodeado de mitos y creencias que no son reales.
El duelo viene acompañado de una serie de emociones que son difíciles de procesar, pero, incluso así, la tanatología está para apoyarnos en estos momentos tan complicados, dando acompañamiento cálido para lograr honrar la memoria del ser querido y continuar con la vida de forma sana.
A pesar de toda la ayuda que existe en estos días, aún existen muchos mitos y creencias que envuelven al duelo, que logran que las personas se sientan perdidas o incomprendidas durante su proceso.
Debido a estos malentendidos el duelo puede complicarse, creando expectativas irreales sobre lo que se debería sentir o la forma en que debe uno comportarse. Es momento de derribar estas creencias erróneas para lograr comprender lo que realmente significa el duelo, además de cómo sobrellevarlo de forma saludable.
Abordemos los mitos más comunes que existen, así como las realidades que envuelven al duelo, para aclarar conceptos y otorgar una visión más comprensiva sobre el proceso emocional por el que se pasa. Desde el círculo del duelo hasta las distintas fases del duelo, veremos lo que de verdad implica la experiencia de aceptar la pérdida.
El duelo es un proceso completamente único para cada persona; no hay formas específicas de «superarlo» ni un tiempo fijo de duración. Este proceso depende de diversos factores, como la relación que se tenía con la persona que partió físicamente, las circunstancias de muerte y el apoyo que se reciba durante estos momentos.
Los siguientes son algunos de los mitos más comunes sobre el duelo:
Este es un mito bastante extendido, que se debe cerrar un ciclo de duelo en un tiempo breve para seguir adelante. Una realidad es que la duración del duelo no está definida, no existe tal cosa; el duelo no dura lo mismo para nadie. Algunas personas hallan la paz en solo meses, mientras que a otras les toma años llegar a una verdadera resiliencia emocional.
El duelo es personal y único para cada persona; jamás va a ser igual para nadie, lo que nos lleva al siguiente mito.
Muchas personas creen que todas las personas deben pasar por las mismas emociones y fases durante el luto familiar.
Es cierto que hay ciertas patrones dentro de las fases del duelo, tales como la negación, la ira, tristeza, negociación y aceptación, pero nadie las pasa igual ni transita por todas las fases.
Si alguien se salta alguna fase no es inusual y jamás se le debe juzgar por esto. Algunas personas requieren de más tiempo en una fase que otra y es lo más normal del mundo.
Claro, el duelo se suele relacionar con el luto, pero también se da en otras circunstancias, como en una separación, el fin de una amistad o hasta la pérdida de un empleo.
La tanatología abarca todas estas pérdidas importantes, para ayudar a la persona a sanar. El duelo no es exclusivo del fallecimiento de un ser querido, sino a cualquier situación en la que se siente un profundo vacío emocional o una situación traumática.
Este mito se basa en la creencia de que si no se habla de la pérdida es más sencillo superar el proceso. La verdad es que hablar sobre la pérdida y las emociones es esencial para lograr sobrellevarla.El luto es un proceso que debe vivirse, encontrando apoyo en la familia, los amigos y profesionales como tanatólogos o psicólogos; es muy útil para aceptar la pérdida.
Respecto al círculo del duelo, este sugiere que el duelo sigue un camino circular donde las personas pasan por distintas fases hasta llegar a la aceptación.Pero la realidad es que el duelo no sigue una forma tan predecible; las personas reviven emociones o fases en distintos momentos, sin un orden establecido. Por ejemplo, algunos pueden sentir paz durante un tiempo, para luego sufrir de una recaída en el enojo o la tristeza.
El dolor que se siente cuando se pierde a alguien jamás es lineal. Algunas personas pueden experimentar ciertos momentos de paz, pero también de tristeza profunda.Por otro lado, el dolor se puede intensificar en fechas importantes, como cumpleaños, aniversarios o la navidad. A lo que vamos es que el proceso de duelo es dinámico y cambiante, las emociones fluctúan con el tiempo.
