En el caso particular de los niños, la pérdida de una mascota, sus abuelos, hermanos o padres puede terminar en un trauma futuro.
Las pérdidas, ya sea de cualquier tipo, desde el fallecimiento de un ser querido, una enfermedad terminal, la pérdida del trabajo, el final de una relación de pareja y hasta mudarse de hogar pueden representar un evento traumático a nivel emocional.
La tanatología existe para ayudar y ofrecer apoyo en estos casos; es un estudio de la vida e incluye la pérdida, el fallecimiento. Su meta es ofrecer ayuda a las personas a que puedan procesar emociones relacionadas con las pérdidas, que puedan gestionar de forma correcta los sentimientos relacionados con estas, entre otras situaciones de la vida.
Como se puede ver, no está explícitamente relacionada con el fallecimiento, sino a las pérdidas en general, pérdidas físicas, psicológicas o sociales, y es por este motivo que está tan ligada a la salud mental, al bienestar de las personas.
Esto es porque muchas personas pueden relacionarse con la pérdida de forma natural y hasta sana, pero hay otros que se atascan en una lucha emocional por no aceptarla o no poder entenderla del todo.
La relación que tienen ambas ramas tiene como objetivo dar sentido a la pérdida y poder crear consciencia de que una persona tiene que pasar por un proceso de duelo, así como de las emociones y sentimientos que le causó la situación, para poder resolver los conflictos que originó la pérdida, para vivir un proceso de duelo saludable, mental, física y emocionalmente hablando.
En este sentido, la tanatología es un importante apoyo para entender y asumir el fallecimiento como un proceso natural de la vida, así como las distintas pérdidas y en diferentes niveles, ya que ofrece herramientas para que esa percepción se pueda transformar de forma positiva.
La tanatología puede adaptarse a la situación de cada persona, ya que se otorga apoyo emocional, terapia y consejería, con un trato digno, especial, respetuoso y, sobre todo, profesional, con la actividad principal de ayudar a las personas a comprender el proceso de la pérdida y elaborar el duelo.
Toma una gran importancia en la vida de las personas que sufren alguna pérdida. ¿Por qué motivo? El dolor siempre viene acompañado de sentimientos y conductas que guían hacia el sufrimiento, a la melancolía y, a veces, a la propia autodestrucción.
Esto se debe a que puede ser una forma de unirse a la situación o persona que ya no está presente; un pensamiento inconsciente que el sentimiento melancólico y de tristeza es lo único «real» que queda con lo que se perdió.
En estos tiempos, la tanatología es una actividad profesional que ha tomado mucho más valor, debido a la consciencia que ha crecido sobre la importancia que tiene la salud mental de las personas.
Además, representa la ayuda para soltar, dejar ir lentamente, comenzar de nuevo y reconectar con las ganas de vivir, a pesar de que la situación no puede cambiar; es importante que la persona halle una forma de vincularse de forma distinta con lo que perdió, con esa situación que ya es diferente.
Cada día que pasa con esa ausencia, esa pérdida importante en la vida, puede conducirte al camino de redefinir y hallar significado a tu historia, encontrando la luz al final del túnel y una nueva esperanza.
«La tanatología es una disciplina científica del fallecimiento y el significado que tiene, concebido como una disciplina profesional, que integra a la persona como un ser biológico, espiritual y social para vivir en plenitud».
La diferencia principal radica en que un psicólogo se especializa en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de trastornos de la salud mental, mientras que un tanatólogo trabaja con personas que han sufrido pérdidas recientes o se están preparando para algún fallecimiento o el duelo en sí mismo.
Los tanatólogos tienen la capacidad de proporcionar apoyo emocional o espiritual en el proceso de duelo, pero también ayudan a que encuentren un propósito y significado en sus vidas después de una pérdida, utilizando diferentes terapias y técnicas.
Los tanatólogos deben brindarte un espacio de apoyo, respeto y asesoría profesional para que se puedan afrontar nuevas situaciones, a vivir ese proceso desde una perspectiva saludable.
«El duelo no se supera: se siente, se valida, se vive y se transforma».
Como puede verse, son las personas ideales para apoyarte a superar o vivir a través del duelo, para que sea más fácil atravesar esta etapa, siempre con ayuda y comprensión.